domingo, 8 de enero de 2012

La Política por delante de la Economía

Solemos afirmar que desde el 2003 la política se impuso a la economía, esto es, la segunda al servicio de la primera. Fue precisamente el proyecto iniciado por Néstor Kirchner, quien después de casi tres décadas logró colocar el caballo delante del carro.
Ahora bien, ¿qué implica haber colocado la política ante la economía? Bueno, la política no es otra cosa que la construcción de poder, no se reduce al poder en sí mismo. El poder, ya es poder, es estático, representa el statu quo; se resiste al cambio. El establishment económico, que por estas pampas tiene aroma a oligarquía asociada con corporaciones financieras y empresarias, busca retener justamente ese mismo poder, constituido durante treinta años, por un Estado incapaz de subordinar los intereses económicos particulares para alcanzar el bienestar general y cuyo respaldo ideológico derivó en la aplicación de políticas neoliberales.
Para estas resistencias, la política representa el arma más temida, la herramienta de cambio, el instrumento de transformación. Es precisamente por esto que la asesina dictadura militar iniciada en 1976 sembró, mediante el terrorismo de Estado, el miedo a la participación política, tendencia que fue encarnecida por la década menemista.
Desde el año 2003 la política recuperó su rol protagónico en la transformación de la realidad del país. Volvió a ser la herramienta para la construcción del poder capaz de enfrentar al poder económico negador de nuestra Nación soberana, con independencia económica y justicia social.
Pero esta batalla no está ganada, el establishment está herido pero todavía resta para vencerlo. El proyecto que hoy conduce nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner, requiere de la organización política de las masas ciudadanas para construir el poder popular capaz de llevar a la victoria a la Nación Argentina.
A esta construcción nos sumamos, a este proyecto le ponemos el cuerpo y la militancia, para construir la organización política del Pueblo que le dé la razón al proyecto nacional y popular en territorio bonaerense; venciendo finalmente al proyecto dependentista de la oligarquía y las corporaciones.